Niños jornaleros agrícolas,
una nueva forma de esclavitud
En México 20 por ciento de la fuerza de trabajo jornalera, está conformada por niños de seis a 14 años de edad y la cuarta parte de ellos nunca ha asistido a la escuela.
Fotografia: Pablo Salazar Solis
lunes 13 de abril de 2009
*En la Merced, el área de prostitución más grande de América Latina, trabajan alrededor de 3 mil 500 sexoservidoras.
nueve de cada diez de estas jovencitas vienen de pueblos obligadas por la miseria, otras engañadas por los llamados padrotes e incluso otras vendidas por alguno de sus padres o tíos, hasta por mil pesos.
Explica que estas jovencitas son sustraídas de las comunidades por hombres que van a bordo de autos lujosos que les ofrecen una mejor vida, sobre todo las ven en los concursos de belleza "como la flor más bella del ejido. Nada más están pescando a estas chicas para enamorarlas, enseñarles cómo se hace el trabajo, embarazarlas (porque ya con un hijo no se pueden zafar de ellos) y explotarlas sexualmente".
La mayoría de las niñas y jóvenes que ejercen la prostitución en la zona de la Merced son de provincia "pero eso es la diferencia de precios entre una y otra. Los hombres pagan más por ellas que por una defeña de 30 o 40 años",
"Ahora estoy aquí, no sé durante cuánto tiempo más, tal vez mañana decida regresar a mi comunidad y olvidar esto tan amargo", cuenta Claudia, quien desde los 16 años salió de su casa en San Miguel, Puebla, para trabajar en el Distrito Federal, atraída por la propuesta de un hombre de "tener una vida mejor para mí y mis hermanitos, pero nunca me dijo que tenía que acostarme hasta con 10 hombres en un solo día".
"Está bien cabrón para ellas", expresa Elvira Madrid. Y narra la historia de Estela, de 18 años, quien venía de un pueblito de Hidalgo; fue una de las primeras en revelarse contra su padrote en 1991, cuando Brigada Callejera inició sus campañas en la zona sobre derechos humanos para que ellas hicieran valer sus garantías.
"Ella quería poner el ejemplo a las otras muchachas de ser independiente, pero sólo tuvo una semana de libertad", porque apareció muerta bajo una cama del Hotel Madrid, situado en la Merced, donde su cuerpo estuvo dos días envuelto en sábanas; fueron las otras muchachas las que se dieron cuenta al percatarse del mal olor en la habitación. "Tenía un hijo de dos años, al que nunca localizamos".
Muchas sexoservidoras mueren de sida, de tuberculosis o hepatitis; a otras las matan.
Fotografias; Pablo Salazar Solis
Si Botero pasara por aquí...! Amparo se llama. La falda roja cae lentamente por sus gruesos muslos. La mujer mira fijamente un punto indefinido. Es gorda. La fecha, dice 1970. Es un óleo sobre lienzo del pintor colombiano.
Y como esa Amparo, lejos del pudor, Alfonsina, Carmela, Rocío, Judith, María Luisa dejan ver las formas gruesas y redondas de sus cuerpos, atípicas, quizás, para el ideal de belleza.
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